lunes, 8 de noviembre de 2010

10 años de la sociedad de la información

¿Todavía recuerdas cuando los teléfonos móviles servían sólo para llamar por teléfono y enviar mensajes? ¿y cuándo había que negociar dentro de la familia cada vez que nos conectábamos a Internet, porque esto suponía desconectar el teléfono al resto?. Parece que ha pasado una eternidad desde aquella época y tan solo ha pasado 10 años. Pero no han sido diez años cualesquiera, han sido sin duda los 10 años de mayor velocidad de avance de las tecnologías en toda la historia.

En el año 2000, Internet era la gran promesa, todo lo asociado a esta palabra creaba furor, se nos había dicho que las tiendas físicas desaparecerían, lo mismo los bancos (me río yo del paro actual si esto se llega a haber cumplido), que incluso los que no estuvieran a gusto con su vida, que no se preocuparan, que podrían vivir una vida virtual de ensueño con un cuerpo perfecto, y rodeados también de gente perfecta. Todo estaría conectado a Internet, los frigoríficos pedirían la compra automáticamente, las ollas se bajarían las recetas directamente y nosotros sólo tendríamos que preocuparnos por disfrutar.

Sin embargo la realidad en aquella época era muy diferente. Recuerdo que por las mañanas me conectaba a la página web de una Universidad mientras empezaba a tomar una gaseosa , y cuando era capaz de ver la página ya había acabado la gaseosa y hasta las pastas. Pero eso no importaba porque cuando veías la página descargada -todo sea dicho, una página feísima sin apenas fotos y llena de banners de lo más hortera- parecía que un milagro se había hecho ante ti. Sin duda alguna, todos sentíamos que estos eran los primeros pasos de una revolución que iba a tener un gran impacto en nuestras vidas.

Demasiada presión para un recién nacido, no existían todavía los dispositivos, ni las redes que permitieran este cambio, lo que propició que para muchos este sueño se convirtiera en pesadilla y en marzo del año 2000 se diera el fenómeno conocido como el estallido de la burbuja ".com".

Se cumplen casi diez años desde aquel momento y ahora podemos afirmar que no sólo se han cumplido las expectativas, sino que en muchas ocasiones se han superado. No obstante, este cambio no ha sido casual, sino que han sido necesarias muchas actuaciones para superar las dificultades.

En primer lugar, Internet empezó circulando por las redes de telecomunicaciones que ya existían en esos momentos, las cuales estaban diseñadas para transmitir voz, e Internet es más, más moderno y más pesado, sobre todo más pesado. Al igual que un camión circulando por viejos caminos de arena, con las primeras tormentas el atasco estaba garantizado. Por eso, el mayor esfuerzo en estos años ha sido el asfaltar y ensanchar estas carreteras de banda estrecha, transformándola en autopistas de banda ancha por las que los megas e incluso los gigas pueden circular con toda fluidez. Muestra de este esfuerzo es que en la actualidad, el 87% de los hogares que se conectan a Internet lo hacen utilizando tecnologías de banda ancha, y en el caso de las empresas la cifra llega al 97,5%.

El otro gran campo de éxito de la Sociedad de la Información durante este tiempo, ha sido el de la telefonía móvil. Hace 10 años ya había empezado el furor de los teléfonos móviles, el 50% de la población disponía ya de uno de estos aparatos, y había una gran expectación ante los sofisticados modelos que salían al mercado. En aquella época eran novedad los sistemas de escritura de texto predictivo (el primero fue el Nokia 3210), las carcasas de distintos colores intercambiables, y la gran cantidad de juegos que empezaban a existir, algunos tan buenos como adivinar series de números o el juego de la serpiente. Durante estos años el terminal móvil ha sufrido un efecto casi milagroso, ha encogido y perdido peso de forma inversamente proporcional al número de nuevas prestaciones que incorporaba: cámara de fotos, bluetooth, cámara de vídeo, GPS… entre muchas otras. En la actualidad, el teléfono es todo un centro multimedia, sirve de radio, puede llevar no sé cuantos cientos de discos grabados en su memoria, hasta es posible ver la televisión en él. La aceptación ha sido tan alta que se ha convertido en el dispositivo de las tecnologías de la información con mayor grado de difusión, con más de 4.700 millones de unidades en el mundo a finales de 2009. En España, se ha alcanzado la cifra de 109 terminales por cada 100 habitantes, lo que supone más de un terminal por persona que vive en nuestro país.

Este desarrollo de la telefonía móvil ha venido también acompañado del desarrollo de infraestructuras. Aunque, más tarde que en el caso de las infraestructuras fijas, las infraestructuras móviles se han adaptado para soportar Internet. En el año 2000 era posible conectarse a Internet a través del móvil utilizando el protocolo WAP sobre GPRS, en el año 2004 se lanzó comercialmente la red 3G en España, y en tan solo 5 años se ha multiplicado por 60 su velocidad al pasar de 348 kbps de bajada del UMTS a los 21 Mbps del HSPA.

También en el terreno de las redes inalámbricas, hace 10 años acababan de aprobarse los estándares de dos tecnologías, Wi-FI y Bluetooth, que aunque en aquella época no se tenía muy claro hasta donde podían llegar, rápidamente se convirtieron en un alternativa fundamental a los cables para formar redes de corto alcance (no me quiero imaginar cómo estaría mi mesa de trabajo, ya de por sí enredada en cables, si ahora tuviera que renunciar a estas tecnologías). Así, cuatro años más tarde, ya existían más de 250 millones de dispositivos Bluetooth, y hoy en día Wi-Fi es una tecnología común en los más diversos dispositivos.

Podríamos continuar durante mucho tiempo relatando hitos de las TIC que han sucedido en los últimos años, porque son cientos. Baste con enumerar algunos como USB 2.0, telefonía IP. Blue Ray, microprocesadores dual-core, multicore, ATOM; pantallas TFT, LED, OLED, 3D; interfaces tactiles, multitáctiles, gestuales; cloud computing, PaaS, IaaS, SaaS; iPod, iPhone, Kindle…

Para mí, el gran mérito de todo este proceso ha sido que el esfuerzo innovador e inversor que se ha llevado a cabo, no se ha trasladado a los usuarios con subidas de precios. Muy al contrario, la popularización de las tecnologías ha traído una reducción sin precedentes en los precios finales de los dispositivos. Así, el precio medio del ordenador ha pasado de 1.800 Dolares a 700 dolares en este tiempo, los móviles con cámaras VGA valen un 10% de lo que valían hace siete años… En el campo del acceso, el fenómeno ha sido parecido, con reducciones considerables de precios, a pesar de que durante este tiempo ha sido necesario invertir más de 70.000 millones de euros en infraestructuras, más que lo que ha costado crear todo el sistema de carreteras de doble sentido de nuestro país. Estas “autopistas de la información” se encuentran generalmente escondidas a la simple vista (canalizaciones, antenas en azoteas de edificios, centrales…), por lo que en muchas ocasiones pasan desapercibidas para los usuarios, que generalmente no son conscientes de su envergadura.

Otro aspecto que no podemos dejar de nombrar en la evolución de la Sociedad de la Información tiene un carácter social, más que tecnológico. Es el cambio de actitud de los propios usuarios, los cuales no se han conformado con ser meros espectadores de lo que sucedía a su alrededor, y han jugado a ser los protagonistas, en lo que se conoce como el fenómeno Web 2.0. Blogs, redes sociales, herramientas para compartir fotos… son algunas de sus manifestaciones. De esta forma, la Red se ha configurado como un sistema centrado en los usuarios y no en las empresas o administraciones.

Hace una década Internet era un bebé, hemos repasado someramente este emocionante viaje que ha vivido hasta alcanzar su madurez. Durante la próxima década cristalizarán muchas de las ideas que han estado incubándose durante todo este tiempo, y aparecerán muchas otras nuevas que ahora no alcanzamos a imaginar. Sin duda un viaje apasionante que por nada del mundo me perdería.


Walter Britez

Adm.Sist.Seg.Inf.

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